domingo, 21 de junio de 2015

VERANO Y DESPEDIDA





Imagen: lauratierz

El verano llega el 21 de Junio y es tiempo de maduración. 

La energía del sol se siente por todas partes, todo rebosa actividad y movimiento y la vida se muestra en su esplendor. Esta plenitud de la naturaleza es consecuencia del proceso que se empezó a gestar en primavera y que ahora se encuentra en su punto álgido. 

El verano se caracteriza por la exaltación de todas las cosas y, en consonancia con él, nosotros también estamos pletóricos, contentos y colmados de energía. La mayor exposición a la luz solar se refleja en nuestro tono vital. Sin pretenderlo, nuestro ritmo biológico nos induce a prolongar la actividad, así como el entusiasmo. Por eso en esta época solemos estar más receptivos y abiertos emocionalmente, y por eso considero que es ahora es el momento de despedirme de la actividad en este blog, para descansar, crecer y madurar realizando otras actividades.

El elemento Fuego es el que se corresponde con el verano y se nutre del anterior, la Madera y representa la alegría y el gozo por vivir, el crecimiento y el entusiasmo. El Fuego es el elemento más yang, la energía más activa que quema y tiende a ascender, por lo que está relacionada con el movimiento hacia arriba y la emanación de luz y de calor. Representa la energía del sol (pasión y energía en estado puro), por lo que se asocia con ese impulso interior que nos motiva a levantarnos cada mañana, con el dinamismo vital que nos empuja a enfrentar nuevos retos. Asimismo, está relacionado con el color rojo, el sabor amargo y la dirección sur.

Según la filosofía china, este elemento proporciona la energía que gobierna al corazón y al intestino delgado.

La estación de veraniega es la mejor época para estar al aire libre, tomar baños de sol que nos recarguen de vitaminas y hacer ejercicio, lo que, además de ayudarnos a mantener el cuerpo ágil y suelto, activará la circulación sanguínea, disminuirá la presión arterial y contribuirá a regular el tránsito intestinal.

El agua protagonista del verano para apagar la sed y otras alternativas sanas y bajas en calorías, para hidratarnos como: limonada casera, infusiones frías, zumos caseros de frutas frescas y de temporada, horchata de chufa o batidos que se elaboran con leche (o yogur) y frutas, que aportan calcio, proteínas y vitaminas, pero suelen ser más energéticos. Una forma de reducir sus calorías es hacerlos en casa con lácteos desnatados y fruta bien madura para así poder prescindir del azúcar. También los helados son muy refrescante, hidratantes y nutritivos, con moderación  pueden ser una  buena opción para hacer un extra como un postre o una merienda festiva. En cambio las bebidas alcohólicas, en general no son nada recomendables para refrescarnos porque, entre otros muchos motivos, causan una mayor pérdida de líquido.

La piel, el sol y la luz solar que es fuente de vida, sin ella no podríamos producir la vitamina D, esencial para la salud ósea. Y nuestro humor se resentiría porque la radiación solar también estimula la producción de serotonina, neurotransmisor del sistema nervioso central que interviene en el estado anímico. Siempre con precaución de que la intensidad y la frecuencia sean adecuadas para no tener consecuencias dañinas.

¡Feliz Verano!