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Septiembre está al caer, el final del verano se acerca y en el sistema oriental, la quinta estación antes de que comience el otoño corresponde con el quinto elemento, Tierra. Es ese periodo corto, en el que estamos recargados de energía y algo desanimados por el fin de las vacaciones, la vuelta a la rutina y la vuelta al cole. El elemento Tierra que simboliza la fuente de todos los bienes materiales y se corresponde con el momento en que la naturaleza ha dado sus frutos y ha alcanzado la madurez, nos aporta energía desde el centro de nuestro cuerpo, el estómago y el bazo-páncreas, por lo que trabaja sobre la digestión y el sistema linfático, de manera que el sentido relacionado con ella es el gusto. Asociado con el color amarillo y el sabor dulce, no le corresponde ninguna dirección de la brújula porque es el centro en sí mismo.
El elemento Tierra es símbolo de equilibrio. La energía de la Tierra se encuentra dentro de uno mismo y ofrece equilibrio, estabilidad y profundidad. Su aspecto emocional tiene que ver con la flexibilidad y decisión ante las más difíciles circunstancias de saber hacer lo propio en cada momento.
Momento pues de iniciar una nueva temporada, nuevos retos, con nuevas ilusiones, nuevos proyectos y nuevos descubrimientos.
¡Féliz vuelta al cole!
¡Disfrútenla!
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